Recordando...

Entre en la fortaleza gar´goron para sentirme dividida tal vez... yo era una gar´goron por supuesto pero tambien era una maga negra extraña convinacion pero cierto al fin y al cabo. Localice un banco algo viejo pero servible me sente y contemple el paisaje. Para alguien como yo todos los personajes que podian pasar por hay serian no mas que unos bebes comparados conmigo mi experiencia era enorme por tanto pero no por eso debia ser una general ya que me interesaba ser mas independiente todo el mundo excluyendo a los generales que apenas les habia llegado informacion de ese estilo, me temian y respetaban y mas les valia, ellos no me habian visto perder porque dudo mucho que alguien hubiera sobrevivido para contarlo. Ahora lo que conocian se basaba en que era una maga negra y una guerrera temible que junto con sus armas llegaba a ser invencible a parte de eso tambien sabian que no sentia pena y era muy cruel aunque alomejor eran rumores o no nadie habia vivido para contarlo...

Mi pequeña fortaleza, mi precioso hogar, en este lugar naci yo e intento buscar lo mejor para el, desde mi ascenso al poder de Gar'Goron intente que mi pueblo prosperara, pero los malditos Asios siempre estorbaban, o al menos hasta que hice que fueran erradicados de la faz de GAIA.
El lugar en el que ahora me encontraba era aquel que me encantaba desde niño, donde luchaba contra mi hermano, donde le corte el brazo y donde descubri la forma de reproduccion que nos quedaria para la eternidad o hasta que la Diosa de la Vida fuera borrada del mapa.
Alli se encontraba una joven Gar'Goron, puede que perteneciente a mi enorme ejercito, o puede que no, que solo fuese una Gar'Goron que evite las guerras, aunque eso era un poco extraño, no muchas Gar'Goron evitaban las guerras, a casi todas les encantaba enzarzarse en peleas con los estupidos humanos o con los odiosos Asios, por ello mientras me alejaba de las puertas de la Fortaleza decia -Un triste destino se ha cernido sobre nuestro pueblo... que harias si tuvieras ahora a un Asio frente a ti, jovencita?- Mis palabras salian de mis labios como oscuridad, pues mi voz era grave y oscura, el odio se habia apoderado de mi y deseaba acabar con los Dioses y con los Asios.

Note un movimiento y vi a nada mas ni nada menos que ha un general del ejercito Gar'Goron la pregunta me impacto pero todavia mas su tono de voz

-Un enorme odio ocupa vuestro corazon

afirme antes de responder a la pregunta

-Lo miraria y... bueno seguro que sabras lo que pasara, perdona mi osadia estoy tan acostumbrada a no dar explicaciones ya que la gente me suele conocer... si no le importa ¿Sabe usted quien soy?

Pregunte con todo el respeto que pude fingir a mi que me importaba su rango social... y encuanto a su corazon podia apostar mi ojo derecho a que no era mas oscuro que el mio pero asi es la vida la gente se cree que es demasiado y si no quieres disgustarla habra que seguirle la corriente

Era osada, y eso era propio de cualquier Gar'Goron que se precie, mi mirada se volvio hacia ella y frunci el ceño y me acerque a ella lentamente con mi natural mirada de monstruo, si no le inspiraba miedo seria una gran guerrera y podria servir para la guerra. La verdad es que si que lo ocupa, un odio directo hacia los Dioses, aquellos cerdos que nos quitaron algo necesario para todas las razas, sin la capacidad de reproduccion no podiamos reproducirnos, pero... gracias a mi ascenso al poder podemos duplicar a nuestros soldados -No lo sabes tu bien... Demasiado odio, y todo es por culpa de los Dioses y los estupidos Asios- Solo mirarlo? menuda estupidez, yo lo despedazaria, aunque, si yo sabia lo que pasaria entonces... seguro que seria una masacre -La osadia no es mala... Pues, se que eres una Gar'Goron joven y osada, por lo que te gusta luchar... yo tambien era asi cuando tenia tu edad, si tienes la que creo... pero seguro que tu... no eres capaz de continuar luchando a pesar de haber perdido una oreja, me equivoco? Yo aniquile a los Asios antes de que su lider llamara a los Dioses- Perdi una oreja, y a mis 15 años me hirieron de gravedad, casi me matan y no lo hubiera contado si no hubiera sido por mi hermano

Evite una carcajada y le mire con respeto nublado por la sorna

-Señor creo que no sabes que tu edad comparada con la mia es un suspiro...

Hice una pausa clavandole mis ojos azules con el hielo despues continue con la frase

-Ya que tengo 500 años.

Ladee un poco la cabeza esperando su reaccion pero recorde que parecia que estaba algo decepcionado con mi forma de enfrentarme a los asios y demas asique mediante lo que seria telepatia le pase una imagen de no mucho tiempo luchando contra un asi: el venia atacarme y yo me defendi con una mirada, la imagen se volvio borrosa solo se oian los aullidos de dolor de aquel impertinente. Despues retire la mirada de el general, demostrandole que no le tenia miedo pese a su aspecto, eran demasiados años los que tenia para aquello...